qué si al hablar de él.
qué tan lejos puedo llegar si recuerdo
que a instantes nomás de romper el límite.
pero el teléfono está para ahogarme.
Pasó el tiempo.
Como si alguien lo hubiese llamado, aún
cuando nadie lo conocía.
Sabe hacerse invisible, camuflarse con la pared.
(Y oye y ve todo.)
Hoy no recuerdo su cara, y tengo fotos.
Hoy también es una voz lejana,
y eso que le dediqué palabras,
Porque de él nacía la solución,
la esperanza de encontrar un camino a casa,
que no pase por los pies del Sol.
Respiré profundo cuando se presentó,
cuando no me di cuenta y le conté
que por estos bosques no penetran los sonidos de las ciudades
y a la periferia no se llega,
y encontré que en el profundo abismo que encerraba
su pequeño, tan pequeño comparado, cuerpo
había un mapa, una bocanada
que podía utilizar
para salvarme.
Sí, por fin alguien que se ofrecía
para que yo le chupe la sangre por completo,
y luego me vaya.
Me presentó al William que ocultaba su presencia,
me dijo que había una salida, y que la podía utilizar.
Me sentí, por un instante, a salvo
-única-
Pero la exclusividad en la cartelera siempre dura poco.
William se esfumó, yo ya no sabía
y me choqué con Wilson, que lucía igual.
ésta noche quiero salir a tomar algo a la costanera,
y olvidarme de que se me pasó el tiempo.
William se quedó con las ganas y yo también
Wilson es más humano y yo lo detesto.
qué tan lejos puedo llegar si recuerdo
que a instantes nomás de romper el límite.
pero el teléfono está para ahogarme.
Pasó el tiempo.
Como si alguien lo hubiese llamado, aún
cuando nadie lo conocía.
Sabe hacerse invisible, camuflarse con la pared.
(Y oye y ve todo.)
Hoy no recuerdo su cara, y tengo fotos.
Hoy también es una voz lejana,
y eso que le dediqué palabras,
Porque de él nacía la solución,
la esperanza de encontrar un camino a casa,
que no pase por los pies del Sol.
Respiré profundo cuando se presentó,
cuando no me di cuenta y le conté
que por estos bosques no penetran los sonidos de las ciudades
y a la periferia no se llega,
y encontré que en el profundo abismo que encerraba
su pequeño, tan pequeño comparado, cuerpo
había un mapa, una bocanada
que podía utilizar
para salvarme.
Sí, por fin alguien que se ofrecía
para que yo le chupe la sangre por completo,
y luego me vaya.
Me presentó al William que ocultaba su presencia,
me dijo que había una salida, y que la podía utilizar.
Me sentí, por un instante, a salvo
-única-
Pero la exclusividad en la cartelera siempre dura poco.
William se esfumó, yo ya no sabía
y me choqué con Wilson, que lucía igual.
ésta noche quiero salir a tomar algo a la costanera,
y olvidarme de que se me pasó el tiempo.
William se quedó con las ganas y yo también
Wilson es más humano y yo lo detesto.
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